Uno de los efectos paralelos de la crisis es el incremento de los delitos de robo de identidad, según se desprende de una reciente encuesta realizada por la firma de investigación de fraude Javelin Strategy & Search según una encuesta realizada en 2011 a más de 5.000 personas en USA. La principal razón de este nuevo incremento se debe principalmente a fraude realizado sobre tarjetas de crédito.
El estudio estima que alrededor de 7,7 millones de americanos se vieron afectados durante el 2011 por algún tipo de fraude en su tarjeta de crédito o débito, es decir, alrededor de 2,2 millones de personas más que el año anterior.
Algunas de las razones indicadas para este repunte se deben al impacto que la recesión ha tenido en las áreas de prevención de fraude de los bancos, la decisión de los consumidores de dejar de utilizar algunas de sus tarjetas de crédito, pero no cancelarlas, y el cambio en los patrones de compra de los consumidores que complican significativamente los esfuerzos de los bancos en sus modelos predictivos de consumo.
En el estudio también se sugiere una relativa relación entre los usuarios activos de redes sociales y el robo de identidad. Aquellos usuarios de redes sociales encuestados admiten cierta relajación en cuanto a la información personal que publican en sus diferentes perfiles: un 45% comparte su fecha de nacimiento, un 63% su primer colegio, un 18% su número de teléfono y un 12% el nombre de la mascota. Esta información suele ser utilizada en muchas ocasiones por los usuarios como claves de seguridad en tarjetas y en Internet.
Las compras por Internet son cada día más seguras (lo cual no significa que no se produzcan situaciones como las comentadas previamente) y ello lo demuestran las continuas encuestas sobre fiabilidad que se publican. Además en el mercado existen medios de pago alternativos a las tarjetas de crédito, con un mayor foco y especialización en Internet, que ayudan a reducir de manera considerable, y en algunos casos hasta erradicar, todos los problemas derivados del robo de identidad. Es un esfuerzo de todos los agentes (consumidores, comercios, medios de pago, entidades bancarias y demás) poner las bases para la eliminación de estas situación, que aunque suceden con relativa poca frecuencia, suelen tener un gran impacto mediático.
Por: www.safetypay.es
Muy interesante. Tiene mucho sentido lo que se cuenta en el artículo. Las empresas con tal de reducir gastos cortan donde sea aunque eso signifique poner en riesgo a sus propios clientes con menores medidas de seguridad.
Es muy cierto que muchas empresas están ahorrando en áreas que luego les suponen un mayor coste en caso de producirse un problema. Eso está facilitando a hackers y personas con intenciones poco saludables acceder de forma más fácil a los sistemas de dichas compañías.
Esa visión corto placista de ahorrar en cuestiones que después pueden tener un impacto muy superior a nivel de costes (imagen, reparación de los daños, solución del agujero de seguridad, etc.) es algo que nos está perjudicando tanto a compañías como consumidores.
Hay que tener cuidado con la información que compartimos en las redes sociales y en Internet en general, sobretodo la información bancaria ya que cuando menos te lo esperas puedes ser víctima de un hacker y llevarte un susto. Está claro que los métodos de pago en el comercio electrónico son cada vez más seguros y eso beneficiará mucho al sector.