Big data, ¿el futuro de la analítica web?

Con el aumento de la velocidad y capacidad de las conexiones a Internet y los equipos informáticos en general hemos conseguido no solo recopilar una cantidad de información enorme, sino clasificarla, procesarla e interpretarla. Si mencionamos un caso concreto, la analítica web ha sabido aprovechar como nadie esta evolución y las empresas que han sido capaces de adaptarse para aprovechar el Big Data han ganado sin duda una ventaja competitiva con respecto a las demás. Pero, ¿ayuda realmente el Big Data en la toma de decisiones reales?

Tipos de datos en el Big Data

Smart Data

En este campo englobamos toda aquella información directamente relacionada con el objetivo principal de nuestro negocio. En el caso de que por ejemplo tengamos una tienda online, el smart data se referirá a las visitas, las conversiones, las cifras de ventas, las suscripciones a la newsletter etc. Es importante tener claro qué información es realmente útil y cuál no aporta nada para poder ser eficientes en el proceso de análisis y en la posterior toma de decisiones.

Identity data

Estos datos permiten identificar no solo a los clientes de manera individual, sino a sus gustos, reacciones, comportamientos etc. con el fin de predecir qué productos serán más adecuados, en qué época, de qué manera han de mostrarse o qué características deben tener. Es uno de los puntos más importantes del Big Data actual ya que las compañías más grandes de internet como Google o Facebook basan su modelo de negocio en la segmentación que el identity data proporciona, consiguiendo llegar a los potenciales clientes de manera realmente efectiva.

Open Data

Este tipo de datos son de carácter abierto y por lo general están disponibles para cualquiera que desee acceder a ellos. Sirven para hacernos una idea general de un mercado en particular, de la situación de nuestros competidores o simplemente de la tendencias de los compradores en un rango muy grande de posibilidades.

Small company, Big Data

Solo en Internet se suben y se crean millones de bytes de información nueva cada día. Todos esos datos, salvo casos puntuales, suelen estar almacenados por periodos de tiempo muy largos y en ocasiones permanentes. Así pues, el principal desafío de las empresas pequeñas y medianas no es la obtención de datos y su almacenamiento, sino su clasificación y aprovechamiento de una manera eficiente y útil para la compañía. En el caso de la analítica web es imposible hablar de análisis de datos sin mencionar a Google. Sus herramientas gratuitas han conseguido democratizar el acceso a la información y ahora cualquier empresa, por pequeña que sea, tiene la capacidad de recopilar y extraer información de su web mediante herramientas tan potentes como Analytics. En este caso concreto no es necesaria una inversión económica grande para poder estar al mismo nivel que empresas grandes, con lo que la dificultad a menudo radica en disponer o no de las personas y el conocimiento adecuado para pasar de los números y datos en crudo a informes detallados y útiles. Así pues, las claves para conseguir que el Big Data sea algo que nos aporte valor sería:

  • Herramientas de análisis eficientes (Analytics es un buen ejemplo, no estoy muy seguro.)
  • Información en tiempo real (la inmediatez es fundamental para la toma de decisiones)
  • Segmentación adecuada (es importante saber seleccionar qué datos necesitamos y son realmente útiles, con el fin de separar el grano de la paja)
  • Automatismos (una vez configurado nuestro sistema de análisis debería ser capaz de darnos información con una intervención mínima de sus responsables)
  • Visualización adecuada (los datos se deben mostrar en un soporte y con un lenguaje adecuado a los objetivos y el público al que se dirigen. En muchas ocasiones es conveniente apoyarse en infografías o gráficas)

¿Cómo ayuda el Big Data a la toma de decisiones?

Un buen análisis estadístico de datos proporciona a las empresas información extremadamente útil para hacer predicciones sobre comportamientos de los consumidores, evolución de los mercados y además otorga una perspectiva bastante fidedigna de nuestros productos y servicios. El nivel de confianza, si se hace correctamente, es muy alto, lo que sin duda ayuda a reducir costes y centrar los esfuerzos en aquellas partes del negocio que funcionan mejor.