Principales modelos de negocio ecommerce

El ecommerce ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años. Compañías como Amazon o Alibabá han demostrado que la necesidad de tener tiendas físicas no es tan imprescindible como antes y que casi cualquier cosa tiene su hueco en Internet para que los consumidores lo encuentren y lo compren. Sin embargo la evolución del ecommerce ha hecho que surjan diferentes modelos para llegar a los clientes y de la elección de uno de estos modelos dependerá en gran parte el devenir de nuestra tienda online.

B2C - Business to Consumers

Es probablemente el más popular. En este modelo la empresa se relaciona directamente con su cliente. En este modelo los productos suelen (o pueden) tener un precio menor que en las tiendas físicas al eliminar intermediarios, las empresas pueden centrarse mejor en el cliente objetivo mediante el Big Data y la analítica web, además de todas las ventajas que ofrece la inmediatez en las búsquedas de artículos, la posibilidad de comparar más fácilmente los productos y la comodidad de pagar y recibir las compras sin salir de casa.
Ejemplo: Perfumes Loewe

B2B - Business to Business

Es el mismo modelo que el B2C pero en lugar de clientes finales la relación comercial se realiza entre empresas. Gracias a este modelo, las compañías son capaces de reducir costes , ahorrar tiempo a la hora de negociar, aumenta el control sobre las compras gracias al tracking y la monitorización informática de los pedidos y por lo general, supone una reducción de costes de almacenamiento al poder controlar mejor los stocks.

Ejemplo: Sony , si una persona entra en el site no podrá hacer una compra, será desviado hacia alguna de las tiendas físicas.

B2B2C - Business to Business to Consumers

Esta modalidad agrupa los dos tipos mencionados anteriormente. Se trata de empresas que no se centran tanto en el consumidor final como en compañías que pueden ser intermediarios o actuar como consumidor de esos productos pero a una escala diferente. Sirva como ejemplo una empresa que vende equipos informáticos a particulares pero que envía también ordenadores (generalmente con condiciones diferentes) a empresas que los necesitan a su vez para su actividad comercial.

Un claro ejemplo pueden ser los marketplaces como Ebay, en el que donde unas empresas especifican sus demandas de productos o servicios y otras los ofertan.

C2B - Consumer to Business

En este modelo es el consumidor quien toma la iniciativa y crea activos que luego pueden ser usados por las empresas. Este activo puede ser desde un comentario constructivo sobre un producto, a un análisis en profundidad, una petición de funcionalidades nuevas o simplemente una idea. La empresa recoge toda esa información y la transforma para mejorar sus productos y servicios.

Ejemplo: BlablaCar

C2C - Consumer to Consumer

Con la expansión de Internet y la creciente confianza de los usuarios en las transacciones online, el modelo de contacto entre consumidores finales se ha extendido mucho. Por lo general se realiza a través de un intermediario, quien es el encargado de proveer la plataforma y los medios para que se lleguen a realizar estos intercambios.

Ejemplo: Amazón

B2E - Business to Employee

Una de las más novedosas y más difíciles de aplicar. Por lo general se trata de fidelizar a los propios empleados para que sean embajadores de la marca y además clientes recurrentes de los productos que ayudan a vender. La dificultad radica en convencer a los trabajadores de que las cualidades de los productos de la empresa son reales y aprovechar de esta manera la base de empleados para ayudar a hacer crecer el negocio de manera directa e indirecta.

Ejemplo: Un gran almacén que también venda a sus propios empleados (http://www.ecured.cu/B2E)

¿Cómo escoger el modelo de ecommerce adecuado?

A menudo no se trata de elegir un solo camino sino de aplicar los modelos más convenientes en cada momento. Las herramientas que nos ofrece el ecommerce permiten una flexibilidad muy grande y cambiar de uno a otro no suele resultar complicado. De hecho la parte difícil es cambiar la cultura de trabajo y los procedimientos, no las herramientas y las aplicaciones.

Dentro del ecommerce también hay modelos tradicionales. El B2C es el más obvio, ya que se limita a ampliar el rango del negocio al ámbito digital. Sirve como mera extensión de las tiendas físicas, hasta el punto que algunas han abandonado los locales físicos por tiendas virtuales, más fáciles de gestionar y a menudo más económicas. Sin embargo las últimas tendencias en el ecommerce sugieren que la parte C2B se está volviendo cada vez más importante, ya que el feedback del consumidor empieza a tener una influencia cada vez mayor en los futuros clientes. Además no hay que olvidar que las peticiones directas de funcionalidades por parte de los clientes se están teniendo muy en cuenta (ahora más que nunca) a la hora de diseñar y lanzar nuevos productos.

La ventaja del ecommerce es su facilidad para adaptarse a las circunstancias y por eso es tan importante tener claro qué tipo de relación queremos tener con nuestros proveedores, competidores, clientes y trabajadores y aplicar estos modelos de manera efectiva.